viernes, 25 de junio de 2010

Te proponemos... Taller de escritura


Repasá las estrategias humorísticas que pueden presentarse en los textos literarios "Historia de varias veces muertos" y los cuentos breves de Abrose Bierce. Explicá en qué consiste cada una.


Identificá la estrategia en el texto y transcribí el ejemplo.
  • La exageración. Ej:
  • La inversión de papeles. Ej:
  • Lo mecánico. Ej.
  • La ironía. Ej:
  • El esquema de combinación. Ej:
  • La transformación de una persona en una cosa. Ej.
  • La repetición. Ej.




Realizá una posible traducción del cuento “La inmiscusión terrupta“, de Julio Cortázar. 

La inmiscusión terrupta
Como no le melga nada que la contradigan, la señora Fifa se acerca a la Tota y ahí nomás le flamenca la cara de un rotundo mofo. Pero la Tota no es inane y de vuelta le arremulga tal acario en pleno tripolio que se lo ladea hasta el copo.
– ¡Asquerosa! – brama la señora Fifa, tratando de sonsonarse el ayelmado tripolio que ademenos es de satén rosa. Revoleando una mazoca más bien prolapsa, contracarga a la crimea y consigue marivorearle un suño a la Tota que se desporrona en diagonía y por un momento horadra el raire con sus abrocojantes bocinomias. Por segunda vez se le arrumba un mofo sin merma a flamencarle las mecochas, pero nadie le ha desmunido el encuadre a la Tota sin tener que alanchufarse su contragofia, y así pasa que la señora Fifa contrae una plica de miercolamas a media resma y cuatro peticuras de esas que no te dan tiempo al vocifugio, y en eso están arremulgandose de ida y de vuelta cuando se ve precivenir al doctor Feta que se inmoluye inclótumo entre las gladiofantas.
– ¡Payahás, payahás! – crona el elegantiorum, sujetirando de las desmecrenzas empebufantes. No ha terminado de halar cuando ya le están manocrujiendo el fano, las colotas, el rijo enjuto y las nalcunias, mofo que arriba y suño al medio y dos miercolanas que para qué.
– ¿Te das cuenta? – sinterrunge la señora Fifa.
– ¡El muy cornaputo! – vociflama la Tota.
Y ahí nomás se recompalmean y fraternulian como si no se hubieran estado polichantando más de cuatro cafotos en plena tetamancia; son así las tofitas y las fitotas, mejor es no terruptarlas porque te desmunen el persiglotio y se quedan tan plopas.
(La inmiscusión terrupta , de Julio Cortázar, en “Ultimo round“)



  •   Leé “ Por escrito gallina una“, de Julio Cortázar. Escribí un texto breve con frases cortas ordenándolo sintácticamente.

Por escrito gallina una
“Con lo que pasa es nosotras exaltante. Rápidamente del posesionadas mundo estamos hurra. Era un inofensivo aparentemente cohete lanzado Cañaveral americanos Cabo por los desde. Razones se desconocidas por órbita de la desvió, y probablemente algo al rozar invisible la tierra devolvió a. Cresta nos cayó en la paf, y mutación golpe entramos de. Rápidamente la multiplicar aprendiendo de tabla estamos, dotadas muy literatura para la somos de historia, química menos un poco, desastre ahora hasta deportes, no importa pero: de será gallinas cosmos el, carajo qué“.

(“Por escrito gallina una“, de Julio Cortázar , en “La vuelta al día en ochenta mundos“)






Algunas posibles traducciones


La inmiscusión terrupta
Como a la señora no hay nadie que la contradiga, Fifi se acerca a la Tota y ahí no más le dan vuelta la cara de un rotundo cachetazo. Pero la Tota no es tonta y se lo devuelve de tal manera que se le da vuelta hasta el cocó.
-   ¡Paz, Paz!, pide el elegante del barrio, sugiriendo que dejen de pegarse. No terminó de hablar cuando ya le están agarrándole el pelo y dándole cachetadas, y él gritándoles que paren.
-    ¿Te das cuenta? interrumpe la señora Fifa.
-     El muy entrometido.
En ese momento se reconcilian y hablan como si no se hubiesen pegado más de cuatro cachetadas en plena calle; son así las cosas, a estas señoras es mejor no interrumpirlas ahora y que se queden tranquilas.
Mónica A

Escrito por una gallina
Lo que pasa entre nosotras es exaltante. Rápidamente todas en su posición estamos gritando hurra! Era un inofensivo cohete lanzado por  americanos desde Cabo Cañaveral. Las razones se desconocían, pero había algo en la órbita y se desvió, probablemente algo al rozar y cayó en la tierra, específicamente en un gallinero y la mutación empezó de golpe. Rápidamente las gallinas empezamos a multiplicar, aprendimos las tablas, nos volvimos muy dotadas para la historia y la literatura. En química un poco menos, todo un desastre hasta ahora en el deporte. No importa ahora somos gallinas mutadas ¡carajo!
Mónica A

Escrito por una gallina
Es exaltante lo que pasa con nosotras, ¡hurra! Rápidamente del mundo estamos posesionadas, aparentemente era un inofensivo cohete lanzado por los americanos desde Cabo Cañaveral, por razones desconocidas se desvió de la órbita y probablemente al rozar algo invisible lo devolvió a la tierra. ¡Paf! en la cresta nos cayó y de golpe entramos en mutación. Estamos aprendiendo la tabla de multiplicar, rápidamente nos volvimos muy dotadas en historia y literatura, un poco menos en química, que desastre ¡carajo! hasta ahora en los deportes. Ni importa, pero el cosmos será de las gallinas.
Cristina y Bernabé

La inmiscusión terrupta

La señor Fifa se acerca a la Tota y le pega una bofetada, pero la Tota no es tonta y ahí no más le devuelve una cachetada.
- ¡Asquerosa! Insinúa la señora Fifa.
- ¡No peleen, no peleen! dijo un señor muy elegante que pasaba por allí, se acercó  sugiriéndoles a  las elefantas,  perno no habiendo terminado de hablar cuando ya están de nuevo peleando las colosas, dándole en el riso niño, de arriba, el sueño del medio y un miércoles ¡para qué!
-¿Te das cuenta? susurra la señora Fifa.
-¡ El muy inoportuno! dice la Tota.
Ahí no más se reconcilian como si no hubiera pasado nada, como si los cuatros bofetazos no fueran nada. Así son las dos, Fifa y Tota, es mejor no interrumpirlas porque sino te desarman y se quedan muy tranquilas.
Damaris Acosta


La inmiscusión terrupta
Como no le gusta nada que la contradiga, la señora Fifa se acerca a la Tota y ahí no más, le da vuelta la cara de un cachetazo. Pero la Tota no se queda con la bronca y se la devuelve de tal manera que le desacomoda el pelo.
Ahí no más se acerca el vecino del barrio y le dice:
-       ¡Haya Paz, Haya Paz!  Y por querer calmar a la situación, las dos señoras le empiezan a pegar.
-       ¿Te das cuenta? dice la señora Fifa.
-       El muy desgraciado se metió con nosotras, responde Tota.
Sin demasiadas vueltas, se arreglan, dejan de pelear y se abrazan. Después de tantos gritos y cachetadas que se dieron. Son así las señoras del barrio, se pelean dos minutos y después se abrazan.
Daiana García
Escrito por una gallina
Lo que pasa con nosotras es exaltante ¡Hurra! Del mundo estamos rápidamente posesionadas. Era un inofensivo cohete lanzado por americanos desde Cabo Cañaveral. Las razones son desconocidas y por la órbita se desvió, probablemente algo invisible lo devolvió a la tierra. ¡Paf! nos cayó en la cresta y entramos de golpe en mutación. Rápidamente estamos aprendiendo la tabla de multiplicar, somos muy dotadas para la historia y la literatura, poco menos en química y un desastre hasta ahora en los deportes. No importa, pero el cosmos será de las gallinas, ¡qué carajo!
Daiana García

Mi versión


La discusión interrumpida

Como no le gusta nada que la contradigan, la señora Fifa se acerca a la Tota y ahí no más le vuela la tirante cara de un solo golpe. Pero la Tota no se achica y le remata con un juego de visteador criollo que le anestesia hasta el jopo.
-¡Asquerosa!, brama la señora Fifa, tratanto de acomodarse el despuntado sombrero satén rosa. Revoleando una derecha bien guapa para condimentar la pelea, consigue maniobrarle un feroz puño a la Tota, que se desparrama diagonalmente y por un momento, cansada, se retira al rincón, su cuadrante. Por segunda vez se le arrima como un púgil; amaga tirarle las mechas, pero nadie la ha movido del cuadrante a la Tota. Sin tener más que agacharse ante su contrincante y no más, se desplaza la señora Fifa, acortando la distancia, de combinaciones media certeras y uppercut de derecha, que no dan tiempo al refugio, y en eso están, jugándoselas de ida y de vuelta, cuando se ve venir al doctor Feta que se inmiscuye ingenuo entre las amazonas.

¡Basta ya! ¡Haya paz! clama el elegantísimo, sujetando las desmechadas trenzas. No ha terminado de hablar, cuando ya le están aplicando gancho, dos laterales ascendente y vertical, salto de arriba, puño al centro y dos ataque más que ¡para qué!
-¿Te das cuenta? se interroga la señora Fifa
-¡El muy caradura! vocifera la Tota

Ahí nomás se reconcilian y fraternizan como si no se hubieran estado riñendo más de cuatro minutos en plena calle; son así de ruidosas las vecinas; mejor es no molestarlas porque te desarman el comedero y se quedan tan piolas.

Prof. Mirian V




 
 
 

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